EL VIOLÍN Y SU FAMILIA
LA CUERDA FROTADA
Los instrumentos de cuerda frotada o arco han desempeñado un papel importantísimo en el desarrollo de la música instrumental europea. Hasta fines del siglo XIV la música fue preferentemente vocal, los instrumentos de arco eran simples acompañantes y sus partes no siempre estaban escritas. A partir del siglo XV los instrumentos comenzaron a utilizarse para sustituir a las voces y los de arco eran los que mejor se adaptaban debido a sus cualidades sonoras y dinámicas.
Es el más fascinante de los instrumentos musicales, el más estudiado y el que ha dado origen a un mayor número de leyendas, por la pureza de su sonido, la sencillez del material empleado y la belleza de su forma. Su origen no está muy claro, la primera representación iconográfica de un instrumento que se le parece, se encuentra en un retablo de 1529 del pintor Gaudenzio Ferrari.
Es probable que el violín apareciera en Milán entre 1520 y 1550. Tiene cuatro cuerdas que están afinadas por quintas justas. La primera cuerda, Mi, es clara, brillante, y sus notas agudas poseen un encanto sobrenatural; la segunda, La, es más suave y aterciopelada, la tercera Re, es dulce y noble, y la cuarta, Sol, es sobria y majestuosa
La caja de resonancia está compuesta por dos tapas: la superior o tapa armónica, de madera de abeto y la inferior o fondo, de madera de arce. Las tapas se unen entre sí con el aro. En la tapa superior se abren los agujeros de resonancia en forma def. El mango está formado por una sola pieza de madera de arce, terminado con un clavijero rematado con una voluta, que antiguamente era un motivo ornamental y servía, junto con las efes, para conocer el estilo del constructor.
El puente es una pequeña pieza movible de pino o de arce sin barnizar que se apoya en medio de dos pies sobre la tapa superior.
El ánima o alma es una pequeña pieza cilíndrica de abeto que se coloca a presión en el interior del instrumento. Su función es transmitir las vibraciones del fondo de la tapa armónica.
En el clavijero se insertan lateralmente las clavijas, donde se enrollan las cuerdas para afinar el instrumento graduando su tensión.
La mentonera se coloca en la parte inferior izquierda del cordal y sirve para ajustar mejor el instrumento del ejecutante.
Tiene las mismas partes que el violín y el mismo proceso de fabricación, se escribe en clave de Do en tercera línea, y en el registro agudo en clave de Sol. Tiene un timbre más opaco que el violín y es debido a que tiene tres cuerdas comunes y una cuarta más gruesa y su tamaño es mayor, aún hoy se fabrica en diferentes tamaños, con una longitud de su caja armónica que puede variar entre 40 y 43 centímetros. Tiene las mismas posibilidades técnicas del violín pero es menos ágil debido a su tamaño.
Las notas bajas se escriben en clave de Fa en cuarta línea, las intermedias en Do en cuarta línea y las agudas en clave de Sol. Su timbre es muy definido, en su registro grave es oscuro y misterioso; en el medio, un lirismo lleno de poesía y en el agudo es penetrante, se le considera el “ tenor “ de los instrumentos de arco. Tiene las mismas partes que el violín, pero se toca apoyándolo en el suelo con una pica y sujetándolo entre las piernas. Sus posibilidades técnicas han sufrido un avance espectacular durante los últimos 50 años permitiéndole un virtuosismo parecido al del violín.
Es el instrumento más grave del conjunto de cuerda frotada, apareció alrededor de 1620.De enormes dimensiones que ha ido evolucionando, derivó de la viola da gamba o violone, se diferencia de los anteriores por tener el fondo plano y en la parte superior inclinado hacia el mango( los hombros caídos en lugar de redondos) pero tiene iguales el clavijero, el batidor sin trastes, las efes, el puente y el número de cuerdas (aunque también existen contrabajos con cinco y seis cuerdas). Está afinado por cuartas justas, sin embargo el sonido real corresponde a la octava inferior. Tiene un timbre sombrío y severo excepto en su primera cuerda, que puede tener cierta dulzura. Es un instrumento insustituible para efectos misteriosos. Su tamaño (dos metros), lo hace poco ágil en su ejecución.
EL ARCO es un elemento muy importante en la evolución de los instrumentos de cuerda, ya que su origen dio lugar a la aparición de los instrumentos de cuerda frotada. Se cree que lo introdujeron los árabes en España que a su vez lo habían conocido en Asia, aunque hay otras teorías que dicen que las tribus bárbaras procedentes de Asia central ya lo usaban cuando se establecieron en los países nórdicos.
Sus partes son: cabeza, varilla, cerdas, nuez y tornillo y su evolución a lo largo de los siglos ha conseguido mejorar su técnica.
La varilla, construida en madera de Pernambuco tiene distinto tamaño según el instrumento que la va a utilizar. El extremo superior se llama punta y el inferior talón; es ligeramente convexa y su espesor disminuye desde el talón a la punta, donde aumenta de nuevo para formar la cabeza.
La nuez es una pequeña pieza de ébano que se coloca debajo del talón y sirve para fijar las cerdas y asegurar su separación de la varilla.
Las cerdas entran en la nuez por un extremo y a una pequeña cavidad de la cabeza por otro, son crines de la cola del caballo y su número oscila entre 160 y 280 según el instrumento para el que está destinado.
El tornillo sirve para subir y bajar la nuez, está en el extremo inferior de la varilla y permite regular la tensión de las cerdas.
A lo largo de la historia los grandes violinistas influyeron en su evolución, sugiriéndole mejoras a los fabricantes; podemos destacar a François Tourte (1747-1835) al que se llamó el “Stradivari del arco” entre otras cosas fijó la longitud del arco y su espesor desde el talón hasta la punta introduciendo la varilla convexa y adoptó la madera de Pernambuco que permite curvarla calentándola y Jean- Baptiste Vuillaume (1798-1875) que creó unas normas fijas que regulaban los espesores de las varillas, la combadura, el peso etc...
Antonio Stradivari y Giuseppe Guarnneri del Gesú son nombres de luthieres (fabricantes de instrumentos de cuerda frotada) que sobresalieron en la producción de estos, vivieron en Cremona (Italia) entre los siglos XVII y XVIII y hoy en día tanto intérpretes como coleccionistas o comerciantes buscan sin cesar obras de estos grandes maestros que además de la belleza exterior y la perfección poseen un maravilloso sonido , nombres como “Cremonese “ “Delfino “ “Messia “ o “Pulcella “ designa a los violines más perfectos que se hayan construido nunca.
LAS CUERDAS
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