¿QUÉ SON LOS ROMANCES?
Los Romances son una de las fomas más antiguas de la poesía tradicional castellana.
El romance se populariza en el siglo XV, en que se recogen por primera vez por escrito en colecciones denominadas romanceros.
El romance se populariza en el siglo XV, en que se recogen por primera vez por escrito en colecciones denominadas romanceros.
Los romances son poemas narrativos de una gran variedad
temática, según el gusto popular del momento y de cada lugar.
Según el tema se clasifican en:
- Romances históricos y épicos: Tratan temas históricos o legendarios pertenecientes a la historia nacional o cuentan las hazañas de héroes históricos como, el Cid, Bernardo del Carpio.
- Romances fronterizos: Narran los acontecimientos ocurridos en la guerra o frontera con los moros durante la Reconquista.
- Romances novelescos: Con gran variedad de temas, generalmente inspirados en el folclore.
- Romance pastoril: Sobre la vida y costumbres de los pastores y de las gentes del campo.
- Romances líricos: Son una función de la libre imaginación y el gusto personal.
- Romances de ciegos: narran hechos sensacionalistas, milagros, anécdotas, crímenes o sobre bandoleros como los siete del famoso Francisco Esteban.
Los
juglares
Los interpretaban recitando, cantando o intercalando ambas formas.
La tradición oral ha permitido que pasaran de la corte al pueblo y llegaran a conservarse hasta nuestros días, por lo que constituyen una valiosa fuente para conocer el sentir de la época.
Los interpretaban recitando, cantando o intercalando ambas formas.
La tradición oral ha permitido que pasaran de la corte al pueblo y llegaran a conservarse hasta nuestros días, por lo que constituyen una valiosa fuente para conocer el sentir de la época.
El romance como género musical
Surge en el Renacimiento español y ponen la melodía a los romances poéticos de origen popular.
Son composiciones para polifonía vocal, con acompañamiento instrumental y el tema es profano.
Las melodías de los romances son composiciones cortas y suelen repetirse cada cuatro versos a modo de "obstinato".
Estas melodías suelen componerse de dos
frases melódicas, la primera de cadencia suspensiva y la segunda
conclusiva.
También hay romances con fraseo melódico más elaborado y de mayor duranción para lo que se recurre a la
repetición de uno o varios versos y así encajar la
letra.
Está compuesto para un poema de versos octosílabos con rima libre los impares y consonante los pares.
La mayoría de los romances conservados se encuentra en el Cancionero de Palacio que consta de cuarenta romances de los cuales seis tratan de la Reconquista de Granada por los Reyes Católicos.
El compositor más importante de romances musicales es Juan del Encina. Otro género poético y musical relacionado con el romance es el villancico de la misma época.
Está compuesto para un poema de versos octosílabos con rima libre los impares y consonante los pares.
La mayoría de los romances conservados se encuentra en el Cancionero de Palacio que consta de cuarenta romances de los cuales seis tratan de la Reconquista de Granada por los Reyes Católicos.
El compositor más importante de romances musicales es Juan del Encina. Otro género poético y musical relacionado con el romance es el villancico de la misma época.
Romancero Viejo
Tiene su origen en los
antiguos cantares de gesta castellanos, de autor anónimo, no dividido en
cuartetas.
Están compuestos en los siglos XIV y XV se han
transmitido de forma oral de generación tras generación.
Romancero Nuevo
Es creado por autores cononocidos que quieren continuar con la tradición del romancero antiguo.
Este se transmite por escrito en colecciones de
romances o Cancioneros de romances. Suele estar dividido en
pequeñas estrofas o cuartetas de cuatro versos.
Engloba
toda la
producción de romances entre los siglos XVI y XXI. Compusieron estos
romances Cervantes, Lope de Vega, Quevedo, Luis de Góngora, Miguel de
Unamuno, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, la Generación del 27
entre los que destacan los de Federico García Lorca.
EL CONDE OLINOS
ROMANCE NARRATIVO
Madrugaba el Conde Olinos
mañanita de San Juan
a dar agua a su caballo,
a las orillas del mar.
Mientras el caballo bebe,
se oye un hermoso cantar,
las aves que iban volando,
se paraban a escuchar.
– Bebe, mi caballo, bebe,
Dios te me libre de mal,
de los vientos de la tierra
y de las furias del mar.
Desde las torres más altas
la reina le oyó cantar
- Mira, hija, cómo canta
la sirena de la mar.
- No es la sirenita, madre,
que esa tiene otro cantar,
es la voz del Conde Olinos,
que por mí penando está.
- Si es la voz del Conde Olinos,
yo le mandaré matar,
que para casar contigo,
le falta la sangre real.
- No le mande matar, madre,
no le mande usted matar,
que si mata al Conde Olinos,
a mí la muerte me da.
Guardias mandaba la reina
al Conde Olinos buscar,
que le maten a lanzadas
y echen su cuerpo a la mar.
La infantina con gran pena,
no dejaba de llorar;
él murió a la medianoche,
y ella a los gallos cantar.
A ella como hija de reyes
la entierran en el altar,
y a él como hijo de condes
cuatro pasos más atrás.
De ella nació un rosal blanco,
de él nació un espino albar;
crece el uno, crece el otro,
los dos se van a juntar.
La reina llena de envidia,
ambos los mandó cortar,
el galán que los cortaba,
no dejaba de llorar.
De ella naciera una garza,
de él un fuerte gavilán,
juntos vuelan por el cielo,
juntos se van a posar.
El
Conde Olinos es un romance que canta la historia de un amor
imposible entre una princesa y el apuesto conde Olinos. Las rimas
comunican al lector toda la pasión de los protagonistas, la crueldad de
la reina y su trágica historia de amor.
CONDE OLINOS..enlaza
EL ROMANCE DE LA LOBA PARDA
ROMANCE PASTORIL
La Loba Parda es un romance pastoril muy extendido por el oeste y centro de España gracias a las cañadas pastoriles, auténticas vias de transmisión de la cultura tradicional.
Estando un pastor en vela / pintando la su cayada,
vio de venir siete lobos / y en medio la loba parda.
--Loba parda, no te arrimes, / no seas desvergonzada,
que tengo yo siete perros / y una perra sevillana
y un perro con unos hierros / que te irá a sacar el alma.
--Ni esos siete cachorrillos / ni esa perra sevillana
ni ese perro de los hierros / para mi no valen nada,
que tengo yo mis colmillos /que cortan como navajas.--
Dio tres vueltas a la red, / sacó una cordera blanca,
hija de la manituerta, / nieta de la maniblanca.
--¡Arriba, mis siete perros / y esa perra sevillana
y ese perro de los hierros, / a correr la loba parda!,
si se la sabéis quitar, / sos daré cena doblada:
siete calderos de leche / y otros tantos de cuajada,
y si no se la quitáis, / sos daré con la cayada.--
Anduvieron siete leguas, / todas siete barbechadas,
y al llegar a un arroyuelo, / la loba ya iba cansada.
--Tomái, tomái, perritos, / vuestra corderita blanca,
tomái, tomái, perritos, / sana y buena como estaba.
--No queremos la cordera / de tus dientes maltratada,
que queremos tu pellica / pa el pastor pa una zamarra;
las pezuñas pa corchetes, / para abrocharse las bragas;
las tripas para unas cuerdas, / para tocar la guitarra;
las orejas pa abanicos, / para abanicarse la ama;
los dientes para una vieja, / pa que roiga las castañas,
y el culo para un salero, / para las recién casadas.
letra y partitura... ENLAZA
A la verde, verde,
a la verde oliva.
donde cautivaron
a las tres cautivas.
El pícaro moro
que las cautivó
a la reina mora
se las entregó.
- Toma, reina mora,
estas tres cautivas,
para que te valgan,
para que te sirvan.
- ¿Cómo se llamaban?,
¿Cómo les decían?
- La mayor Constanza,
la menor Lucía,
y la más pequeña,
era Rosalía.
Constanza amasaba,
Lucía cernía,
y la más pequeña
agua les traía.
Un día en la fuente,
en la fuente fría,
con un pobre viejo,
se halló la más niña.
- ¿Dónde vas, buen viejo,
camina, camina?
- Así voy buscando
a mis tres hijitas.
- ¿Cómo se llamaban?
¿Cómo les decían?
- La mayor Constanza,
la menor Lucía,
y la más pequeña,
era Rosalía.
- Usted es mi padre.
- ¡Tú eres mi hija!
- Yo voy a contarlo
a mis hermanitas.
- ¿No sabes, Constanza,
no sabes, Lucía,
que he encontrado a padre
en la fuente fría?
Constanza lloraba,
Lucía gemía
y la más pequeña
así les decía:
- No llores Constanza,
no llores Lucía
que viniendo el moro
nos libertaría.
La pícara mora,
que las escuchó,
abrió una mazmorra
y allí las metió.
Cuando vino el moro
de allí las sacó
y a su pobre padre
se las entregó.
EL ROMANCERO VIEJO...pincha aquí
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