Los habitantes de Mesopotamia iniciaron el camino de la historia de la humanidad.
Situada entre los ríos Tigris y Eúfrates, encrucijada de caminos entre los desiertos de Arabia y las montañas de Persia, fue el escenario de civilizaciones que evolucionaron económica y socialmente a un ritmo tan vertiginoso que se convirtió en el lugar más desarrollado del mundo antiguo.
Gracias a esta ubicación privilegiada, hizo de puente entre el área mediterránea y la indostánica por lo que numerosos pueblos pasaron y fueron depositando sus influencias. La suma de todas estas aportaciones contribuyeron al desarrollo de un floreciente ámbito cultural en el que la música estuvo presente no sólo en el culto religioso, también en las celebración de festividades y en la guerra.
Situada entre los ríos Tigris y Eúfrates, encrucijada de caminos entre los desiertos de Arabia y las montañas de Persia, fue el escenario de civilizaciones que evolucionaron económica y socialmente a un ritmo tan vertiginoso que se convirtió en el lugar más desarrollado del mundo antiguo.
Gracias a esta ubicación privilegiada, hizo de puente entre el área mediterránea y la indostánica por lo que numerosos pueblos pasaron y fueron depositando sus influencias. La suma de todas estas aportaciones contribuyeron al desarrollo de un floreciente ámbito cultural en el que la música estuvo presente no sólo en el culto religioso, también en las celebración de festividades y en la guerra.
Fue el pueblo sumerio el primero en asentarse en la antigua Mesopotamia.
Le daban una gran importancia a la religión por lo que construyeron grandes templos en los que se cantaban himnos de carácter
ritual en las ceremonias religiosas.
Eran cantos que se transformaban en lamentaciones dirigidas a los dioses. También se cantaba al rey que estaba al frente del estado y que hacía a su vez las funciones de sacerdote.
Tocaban especialmente el arpa y además tambores, panderetas, liras y cascabeles para acompañar los salmos.
Tocaban especialmente el arpa y además tambores, panderetas, liras y cascabeles para acompañar los salmos.
En 1929 el arqueólogo británico Leonard Woolley se encontraba excavando en la antigua ciudad sumeria de Ur donde realizó el hallazgo más importante de la cultura mesopotámica: Las tumbas reales de Ur del 2700 a. C.
El estudio de los restos arqueológicos permitió a los historiadores reconstruir la sociedad cortesana sumeria. Entre los ricos restos se encontró un ajuar funerario, con piezas tan importantes como el Estandarte de Ur.
Sus figuras están hechas de nácar, cornalina y lapislázuli, con técnica de mosaico.
Aunque se le denomine "Estandarte" es una especie de caja trapezoidal cuya función se desconoce. En una de sus caras se desarrolla una escena de La Guerra y en la otra la de La Paz; ambas escenas forman una narración continua. Las imágenes se leen de abajo a arriba y de derecha a izquierda.
En La Paz, la escena superior el Lugal, los altos funcionarios y tal vez sacerdotes, reciben el botín y celebran la victoria acompañados por la música y el canto que surge del arpista y la cantante situados en la esquina derecha del registro superior.
En La Paz, la escena superior el Lugal, los altos funcionarios y tal vez sacerdotes, reciben el botín y celebran la victoria acompañados por la música y el canto que surge del arpista y la cantante situados en la esquina derecha del registro superior.
Estandarte de Ur. Mediados del III milenio a.C.
Representación de la Lira-Toro en un detalle del Panel de la Paz,
También se hallaron cuatro arpas que constituyen los instrumentos de cuerda pulsada más antiguos de la historia.
El arpa dorada o del toro se conservaba en el Museo Nacional de Irak hasta que en el año 2003, debido a la guerra, fue destruída a excepción de la cabeza original de toro. Una réplica del arpa fue reconstruida gracias a diversas entidades y universidades.
El frente de la caja de resonancia del Arpa de la reina Puabi está decorado con imágenes mitológicas realizadas con los mismos materiales y técnicas que representan escenas de los mitos sumerios.
En la imagen superior Gilgamés, el señor de los animales, abraza a dos toros con cara humana, en una composición simétrica.
En las tres escenas siguientes los animales representan acciones humanas, a modo de fábulas:
En la primera, debajo de Gilgamés, un perro transporta una mesa con alimentos para un banquete y es seguido por un león con una copa y una gran vasija donde se supone está el vino o cerveza que se sabe inventaron los sumerios.
En segunda escena un asno toca el arpa y un chacal toca el sistro.
En la tercera escena, un hombre-escorpión camina solemnemente seguido de una gacela con copas que ha llenado en la gran vasija representada junto a ella.
En la tercera escena, un hombre-escorpión camina solemnemente seguido de una gacela con copas que ha llenado en la gran vasija representada junto a ella.
Las otras arpas encontradas en Ur son el arpa en forma de barco y otra con una cabeza de toro de oro, parecida a la de la reina se encuentran en Museo de Arqueología y Antropología de la Universidad de Pennsilvania en Estados Unidos.
La lira comienza a ser representada a finales del IV milenio a.C. Estas primitivas liras eran de gran tamaño y se apoyaban en el suelo y se tocaban entre dos músicos, y se las conoce como "lira de pie sumerio" que luego se convirtió en lira de mano.
La caja de resonancia se construía con forma de toro, animal sagrado, símbolo de la fertilidad.
El material utlizado era la madera con incrustaciones de cristales y lapislázuli.
Posteriormente se estilizó y redujo su tamaño, aunque la cabeza de toro permaneció como ornamento en la columna delantera. Las cuerdas se fijaban al mástil mediante clavijas y pasaban por un puente hasta la caja de resonancia. El número podía variar entre cuatro, cinco, siete, ocho y once cuerdas y se disponían inclinadas hacia el arpista para que pudiera alcanzarlas.
Las liras y arpas se punteaban con ambas manos y frecuentemente se utilizaban intervalos de quintas y cuartas.
Curiosamente antes de tocar cualquier instrumento de cuerda, los intérpretes se lavaban las manos para purificarse.
El arpa es también uno de los instrumentos de cuerda más antiguos que se conocen. Las primeras, que eran arqueadas, dieron lugar más tarde al arpa angular importada por los asirios.
La caja de resonancia y el cordal forman una unidad en forma de arco: arpa de arco, o bien se enlazan en un ligero acodamiento: arpa de arco acodada. Las arpas tenían de 4 a 7 cuerdas y la sostenían en forma vertical u horizontal.
Los asirios conocían sobre todo el arpa de de ángulo. Su caja de resonancia se halla en la parte superior, y el cordal se halla formando ángulo agudo con ella; su número de cuerdas es elevado. Posteriormente se propagó por toda la zona del Oriente Próximo hasta
Otra aportación sumeria fue el pantur o laúd de mástil largo, con dos o tres cuerdas que tenía el mango más largo que la caja. Fue el origen de un instrumento que mientras evolucionaba se extendió rápidamente por el mundo mediterráneo y al que los griegos llamaron pantura y normalmente solían tocarlo las mujeres.
Los mesopotámicos fueron también unos maestros en instrumentos de percusión y tenían una rica variedad: sistros, crótalos, los grandes timbales de metal y además crearon una gran variedad de tambores hechos con metales preciosos. La percusión la ejecutaban a menudo las propias bailarinas.
La música y el baile estaban muy presentes en los rituales religiosos, sobretodo en los de la diosa Inanna, en las celebraciones de nacimiento y matrimonio y en los recitales de poesía.
En cuanto a instrumentos de viento destaca el uso de las flautas, presentes en todas las civilizaciones desde la prehistoria. De estas flautas proceden probablemente los actuales "neys" aunque los primitivos no disponían de embocadura y se tocaban en vertical.
El dulce sonido de la flauta acompañaba a los cultos ceremoniales religiosos pues creían que sus dioses
escuchaban mejor sus plegarias acompañadas con este instrumento de viento que estaba construido de hueso, madera e incluso de metal.
Las trompetas, que surgieron en el periodo asirio y las chirimías dobles. La chirimía, aparte de hacer sonar la melodía, emitía la nota del bordón.
Las tablillas cuneiformes explican también el uso de las escalas pentatónicas y heptatónicas, además del sistema monódico, aunque sería muy probable que conocieran la polifonía.
Los músicos aprendían a tocar en una escuela y formaban parte de la clase alta de la jerarquizada sociedad.Existía ya por aquel entonces el concepto de orquesta, aunque quizá no del mismo modo que la comprendemos hoy. Ésta desempeñaba un papel importante en la cultura sumeria.
Placa votiva sumeria. Período dinástico arcaico II. Oriental Institute of The University of Chicago.
Tras los sumerios llegaron los babilonios que convirtieron Babilonia en la ciudad más grandiosa de oriente. Musicalmente no llegaron a superar a los sumerios, pues se limitaron a adaptar sus textos cantados a los que incorporaron intermedios instrumentales y en ocasiones, la voz femenina en el canto religioso.
Pero quizás lo más importante de esta civilización, aparte de la creación de estos instrumentos, fue que su herencia musical que se propagó por Egipto,
Con los asirios, que dejaron atrás a los
babilonios, nace una música profana ligada a
la vida cortesana. La música deja de utilizarse únicamente como medio de culto para adquirir un carácter más lúdico. Los asirios aportaron las trompetas y distintos tipos de tambores. La música del imperio Asirio se fue convirtiendo en la precursora de la música popular.
En la última época de la civilización
mesopotámica, antes de la llegada de los persas, crece el interés por las
ciencias y estos avances también se verán reflejados en la evolución musical.